La inteligencia artificial es cada vez más popular en el marketing. Con la ayuda de la inteligencia artificial (IA), los negocios y las empresas han sido capaces de impulsar eficazmente las interacciones con los clientes, las experiencias y el rendimiento de las ventas. Según el AI Marketing Institute, «los equipos de alto rendimiento tienen 4,9 veces más probabilidades de utilizar la IA que los de bajo rendimiento». Esto se debe principalmente a que la IA acelera muchas de las tareas a las que los vendedores humanos deben dedicar mucho tiempo, reduciendo así el tiempo total que se tarda en vender un producto a un cliente. El marketing de IA realiza acciones como la toma de decisiones automatizada, la generación de contenidos, el análisis de datos y la personalización en tiempo real. A pesar de todo esto, existe un estigma en torno al uso de la IA en los lugares de trabajo que procede del miedo a que la IA sustituya a las personas y, por tanto, las deje sin trabajo. Esto, afortunadamente, es extremadamente falso. Muchas empresas que han invertido en la IA o la han implementado (o pretenden implementarla) también pretenden aumentar la cantidad de personal humano que trabaja en ellas. Al aumentar el personal e implementar al mismo tiempo la IA, las empresas desbloquean el potencial de vender el doble de lo que harían si solo emplearan personas. La inteligencia artificial es un término que abarca muchas formas diferentes de tecnología. El objetivo de la tecnología que utiliza la IA es realizar tareas cognitivas a una velocidad más rápida y eficiente que la de las personas, eliminando la posibilidad del error humano. Un ejemplo del uso de la IA en marketing es el de Amazon, que recomienda productos específicos basándose en lo que se ha buscado o comprado en el pasado. Un ordenador analiza lo que te gusta y lo que no te gusta basándose en una amplia gama de información, como el tiempo que has visitado una página, si has estado o no activo en esa página, si la has visitado varias veces, etc. Dado que la IA es capaz de analizar datos de ese tipo, también puede compilar grandes conjuntos de datos y seleccionar información específica que los empresarios pueden considerar importante para comprender los hábitos de los consumidores. Esto ahorra tiempo y dinero a las empresas, ya que no tienen que pagar a una persona para que clasifique manualmente todos los datos recopilados y saque conclusiones de ellos. Además, la IA tiende a ser más inteligente cuanto más se utiliza, la mayoría de las veces sin acuerdo humano. ¿Alguna vez has estado escribiendo un correo electrónico y has visto que aparece una sugerencia de qué escribir al lado de lo que estás escribiendo? Es el trabajo de una tecnología de IA que ha analizado un gran conjunto de datos compuesto por lo que la gente escribe en los correos electrónicos. Utilizando este mismo tipo de tecnología en el marketing, podemos predecir y pronosticar los diferentes hábitos de los consumidores, así como el comportamiento del mercado. En concreto, las empresas y las marcas pueden utilizar esta información para saber si se cerrarán transacciones, a qué transacciones se puede aspirar después y qué consumidores podrían estar interesados en el producto que se vende. Por supuesto, al igual que con cualquier otra cosa, también hay varios desafíos para el marketing de inteligencia artificial. Como ya se ha mencionado, la tecnología de IA tiene la capacidad de mejorar infinitamente y de procesar cantidades infinitas de información por sí misma, pero esto también significa que, cuando se emplea por primera vez la tecnología de IA, tardará un poco en desarrollar una comprensión matizada del comportamiento del consumidor. Además, la IA en el marketing es todavía un concepto bastante nuevo y, por tanto, no hay muchos conocimientos previos sobre cómo emplear el marketing de inteligencia artificial. Las empresas que se planteen implementar el marketing de IA deberán tenerlo en cuenta. Otro reto al que se enfrenta el marketing de IA es la privacidad y la forma en que las empresas almacenan y utilizan los datos de los consumidores. Las empresas que hacen un mal uso de los datos o no los utilizan de acuerdo con normativas como el RGPD corren el riesgo de tener que pagar cuantiosas multas y dañar la reputación de su empresa. La tecnología ha sido, y seguirá siendo, uno de los recursos más ventajosos para las empresas en materia de marketing. Cuando se utiliza correctamente, la inteligencia artificial tiene el potencial de cambiar las reglas del juego para diferentes empresas de todo el mundo. Al ser capaz de analizar grandes conjuntos de datos en poco tiempo, la tecnología da a los trabajadores humanos el tiempo necesario para dedicar sus esfuerzos a tareas más importantes, lo que acelera eficazmente el proceso global de la tarea en cuestión. Aunque la implementación de la inteligencia artificial en las empresas tiene sus inconvenientes, es con diferencia una de las inversiones más útiles a largo plazo que puede hacer una empresa.